Ley del Espejo

LA LEY DEL ESPEJO

La ley del espejo es una ley que te dice que todo lo que ves fuera en los demás es un reflejo de algo que está en ti y no has visto, es decir, que lo que ves en tu mundo exterior tiene relación con tu mundo interno. Este mundo interno está compuesto por luces y sombras. La luz es todo lo bonito que tienes y eres y muestras al mundo, mientras que las sombras son toda esa oscuridad, eso que no nos gusta de nosotros y no queremos ver.

La ley del espejo lo que hace es mostrarte esa oscuridad para que puedas darle luz y sanarla.

Te refleja algo que tienes que sanar, permitirte o liberar en ti. En todo aquello que quieres cambiar de alguien, hay mucha información para tu evolución y crecimiento personal.

No eres víctima de nada ni de nadie, solo de ti mismo. La causa de lo que experimentas y de lo que los demás te muestran, está en ti.

Se muestra mediante cuatro situaciones:

El espejo te refleja:

  • Espejo directo: te refleja una parte de ti que no quieres ver. Lo que te llama la atención de otra persona es algo que tu haces contigo, es decir, lo que otro te hace a ti es algo que tu mismo te haces.

Te muestra tu lado oscuro, tu propia sombra. Por ejemplo, si el otro no te valora es porque no te estás valorando tú mismo. Si no se siente orgulloso de ti es porque tú no te estás sintiendo orgulloso de ti mismo. Te refleja algo que necesitas sanar.

  • Espejo opuesto: refleja lo opuesto a lo que tú eres, por eso, no lo soportas en los demás. Te refleja lo contrario a ti. Por ejemplo, si eres muy puntual no soportas que sean impuntuales.

Lo que te está mostrando tu espejo aquí es que te estás situando en un extremo de la vida. El exterior te muestra que ningún extremo es bueno y que solo en el centro encontramos el equilibrio.

  • Refleja lo que tú haces a terceras personas: se ve reflejado cómo eso que te están haciendo a ti, tú se lo haces a otra persona. Por ejemplo: algo que tu madre hace contigo, tú se lo haces a tu hijo.

Este espejo sirve para que tomes consciencia de lo que estás haciendo a otras personas y así puedas transformarlo.

  • Espejo de los juicios: idealización: te molesta que el otro no sea como tú lo tienes idealizado, por lo tanto, lo juzgas, lo etiquetas o condenas. Por ejemplo: tú eres egoísta, inseguro o celoso. Estos juicios van en base a tus propias experiencias y creencias. No aceptas la realidad como tal de la otra persona, necesitas controlarla queriendo que se cumplan tus expectativas.

Esto te muestra que tienes que comenzar a aceptar la realidad y a los demás tal y como son, no como te gustaría que fueran ya que si tú hubieras tenido sus mismas experiencias, padres, infancia… tu comportamiento hubiera sido el mismo ya que, serías esa persona.

¿Qué podemos aprender a través de esta ley?

Todos somos espejos de todos. Todo lo que recibes de los demás es un reflejo de lo que recibes de ti mismo.

  • ¿Cómo te han tratado tus parejas, padres o amigos?
  • ¿Cómo te hablaban?
  • ¿Te miraban con amor?

Piensa las respuestas y cuando las tengas quiero que me digas:

  • ¿Cómo te has tratado tú?
  • ¿Te has valorado y querido?
  • ¿Te has mirado con amor?

Cuando tu cambias, todo cambia. Igual que tu te respetas, te amas, te cuidas y te valoras, tu pareja, padre o amigo también te respetará, te amará, te cuidará y te valorará. Es dentro de ti donde se debe producir el cambio para que tu vida lo refleje.

No eres víctima de nada ni de nadie, solo de ti mismo. La causa de lo que experimentas y de lo que los demás te muestran está en ti. De repente tus problemas se convierten en fuentes de aprendizaje y esas emociones que alguien te despierta se convierten en las claves para sanar o para empezar a permitirte algo que tú no te estas permitiendo.

Cuando empiezas a poner esta ley en práctica, abres las puertas de tu autoconocimiento personal, entiendes que lo que nos molesta de los demás es algo nuestro que no estamos viendo.

Te reflejan algo que tú mismo has de sanar, permitir o liberar en ti y cuando sanas tu interior, como por arte de magia, tu espejo te comienza a mostrar una realidad distinta.

¿Cómo la aplicarías en tu día a día?

Ejercicio: Espejo.

Cuando veas que hay algo que te produce ira, enfado, rechazo… párate. Imagina que pones un espejo delante. Pregúntate: ¿que está reflejando este espejo de mí?

“Todo lo que te molesta de otros seres, es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo”

Buda. Todos somos espejos de todos pero donde se ve más claramente es en las parejas, esas son nuestro mayor espejo, así, en lugar de quejarte y pensar ¿por qué a mí?, tómalo como una gran oportunidad para mejorar, evolucionar y sanar.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *